lunes, 26 de septiembre de 2016

Hoy soy yo.













  El cielo está nublado. Sus nubes azul grisáceas invaden este cielo añil.
 Me he caído y me he hecho daño, he sangrado. ¿Sabéis qué? Me he levantado, observando como la sangre cae a cuentas gotas al suelo, inundando este mar de ilusiones con sabor a sal.

   Hemos jugado con la sonrisa de la Mona Lisa, haciendo trapecios sobre la cola del gato de Alicia; pensando que así viajaremos rumbo a Nunca Jamás. Despreciando a los libros, sin saber que la literatura esconde el mejor boleto rumbo , sin norte, a nuestros sueños.

   Que me he hecho daño al no poner el pie donde lo tenía que poner, que he sangrado; pero me he levantado. Y eso ,amigo mío, es lo que cuenta. Ser capaz de levantarse aunque la caída haya sido de la más profunda. Ser capaz de contemplar tus heridas y curarlas, infectándolas.

   Me han salido alas a mis espaldas, no quiero huir. Me han salido alas y se acabó el caerme. Ya no soy el ángel caído que protegía con sus blancas alas las figuras de los arcángeles.
   Mis alas blanca se postran frente a vuestras miradas, con sus tres plumas más resplandecientes, para que podáis observar que el ángel se va levantando poco a poca. Está dispuesto a volar. Estoy dispuesto a no caerme, levantarme.

 Voy a luchar por mí y por este inmenso gran corazón. Voy a elevarme a la cima más alta del mundo, el Everest. 
Este ángel ha batido sus alas para desplegarlas. Son hermosas, joder, mirarlas.

   Se acabó el dejarme atrás, el huir de mí, se acabó el llorar por desconocerme. Quien quiera postrarse ante mí, que lo haga de rodillas admirando el vuelo fugaz. Hoy me voy a refugiar en mí, voy a luchar por mis sueños y mis metas que se quedaron en una gran lista de espera. Se acabó. PONGO FIN.

¡Me quiero, joder, me quiero! ¡Voy a cuidarme, porque eso es lo que me llevo!


  El cielo está nublado. Sus nubes azul grisáceas invaden este cielo añil.

 

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