sábado, 26 de noviembre de 2016

Colorín , colorado.

Bajo el candil
de los relámpagos,
le oí susurrar un adiós.
Septiembre se llevó
lo poco que quedaba de él.
Me lo arrebató.
Bajo la lluvia
y su olor petricolor,
me encuentro recordando
el perfume de lo que el viento me dejó.
Colorín y colorado.
Las charlas hasta
las 3 de la madrugada
se acabaron.

jueves, 24 de noviembre de 2016

24 de noviembre.

Hace frío , como de costumbre.
Tengo las manos heladas.
Te intento atrapar, pero te escapas.
Y allí donde empieza a llover
lejos, pero a la misma vez, cerca
se ve el reflejo de tu alma.
Grietas por todas partes buscando ser tapadas.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Peter Pan.




Mi chico tiene miedo,
quiere crecer,
pero se olvida de creer.

A veces pienso
que se deja los
polvos mágicos en casa
y no sabe cómo volar.

Sabe encaminarse solo,
pero no le vendría mal
un hada.
Campanilla.

A veces cae,
es frágil.
A veces se levanta,
es fuerte.

Mi chico tiene cierto parecido
con Peter Pan.
Quiere crecer
pero es un niño aún.

No sabe cómo es la Oscuridad.
No ha combatido con Garfio,
se enamoró de una Wendy
un tanto equivocada.
Busca a Gisela.

Somos parecidos.
Somos el mismo Yang
de izquierdas,
y escribimos con la derecha.

Pero...

Necesito que recupere los polvos
para que una vez por todas
sepa volar
Y
no caiga en las garras
de la Oscuridad.

martes, 15 de noviembre de 2016

Una pequeña historia.


Hacía tiempo que quería realizar algo singular. Contar entre letras, entre líneas, mi pequeña historia. El cómo empezó todo de alguien desconocido, el poder ayudar a través de mi experiencia, el ser el hombro de alguien y la estrella de otros.

 Todo empieza con el primer recuerdo de una niña entusiasta de nueve años. Feliz consigo misma y dispuesta ayudar a los demás. Realmente no conocí mi interés hacia la escritura hasta que no escuché a una compañera leer unos capítulos acerca de una tortuga. Creo que se lo debo agradecer, pues si no hubiera leído aquella historia yo no habría mostrado cierto interés.

Mi primera historia, porque no se le puede llamar novela, tuvo como protagonistas a cuatro animales: una abeja, una coneja, una tortuga y un loro. El cuarteto tenía un montón de aventuras, combatía contra los villanos y , por el camino, se encontraban con sus compañeros de clase: una zorra, un duende, un pez...
La cosa no se quedó ahí. Mis padres empezaron a leer lo que mi mente creaba. Me iban las historias de amor trágicas.

Demasiado dramática.
 Siempre las mismas.
Yo me sentía cómoda. Empecé a participar en concursos que se celebraban en mi pueblo. No me escogían, pero yo nunca me rendí.

Con la llegada de la ESO realicé una historia que me encantó. Trataba sobre la vida de un anciano a punto de fallecer, si no recuerdo mal, Antonio. Él narraba su vida: Su amor hacia una profesora de música, su familia -era el cuarto de cinco hermanos-, su experiencia con su amigos y su otro amor. Tras empezar a agonizar, fue testigo de ver a sus dos amores platónicos en la sala del hospital con él. 
Por desgracia y a pesar de ser agrado hasta de la profesora de Lengua, quien me motivó a seguir por el camino de la Literatura, aquella historia no fue premiada. Esto desembocó en una leve frustración.

En el segundo curso, ya empecé a crear una novela interminable, por cierto, nunca le logré ponerle punto y final. Tuve subidas y bajadas en cuanto a dejar de escribir. . .  
Tenía una ex-amiga que leía todas mis novelas, y eso me motivó. Realmente lo hiciste, sí señora, aportaste que nunca me rindiera.

En ese mismo curso llegó una experiencia inolvidable. Participé en el concurso de Coca-Cola en Málaga. Puedo acordarme de qué trataba el tema: escribir una historia en una hora a cerca del director de la bebida.
Fue inolvidable. Cierto es que no gané. Pero no me desanimé. Aún me siento una ganadora más, tuve una oportunidad muy grande de ir a la universidad, sentarme entre tantas personas de mi edad, algunos parecían mayores que yo, y escribir para una bebida.
Si podéis participar en una cosa de estas, de verdad no lo dudéis. 

Los nervios de la noche anterior, el saber si el bus va a llegar o no a la hora, a dónde tenía que ir... De verdad, disfrutarlo tanto o más como lo hice yo.

💃 Un dato curioso fue mi error de poner Cocaína en vez de Cafeína.
Como de costumbre, no renuncié al género Romántico y a la pizca de Drama.

En el verano logré finalizar Corazón de Piedra la cual hasta hace nada estaba en Wattpad y tuvo mucho expectación entre algunas personas. (No la busquéis, la borré debido a que tengo previsto hacer otras cosas con ella).

No me acuerdo muy bien si en tercero logré realizar una novela. Pasé por una depresión desembocada por el acoso escolar que sufrí. Gracias aquello, conocí a las malvadas ANA y MÍA.
Por favor, os ruego que pidáis ayuda. No estáis solos/as. Tenéis ayuda. Yo estoy con vosotros. Pienso luchar desde la distancia por todos ustedes, por el acoso escolar, por las voces que no son escuchadas. NO me rendiré JAMÁS.

Y... Llegaron la búsqueda de más concursos, de participar en todos en cuanto podía. Aunque me rechazaran, yo sentía la necesidad de dar a conocer Corazón de Piedra y otras más.

En el verano de 4º de la ESO a 1º de Bachiller realicé We are never ever getting back together. Me siento muy orgullosa de ella, no lo dudo. Me inspiré en One Day y claro está, le di la oportunidad de darla a conocer en un concurso, Neox, de la Caixa. Actualmente la podéis encontrar en Wattpad.

Aunque no ganéis, la sensación es magnífica. El ver como se imprime el primer borrador de tu novela y enviarlo a un concurso...

El año pasado empecé a buscar editoriales. Todas me rechazaron. Paralelamente a este proceso logré elaborar mi primer poemario: Espinoso dulce corazón. 

¿Quién me diría a mí que la poesía iba a ser el género con el cual me sintiera más cómoda?

Sí, como siempre le di su pequeña oportunidades entre las editoriales que me rechazaban, hasta que... PEQUEÑAS ESTRELLAS... Se va a publicar.

Aún no sé la fecha de salida al mercado, pero os aseguro que os lo comunicaré en cuanto sepa.

Me siento orgullosa de mí misma. Siento como abrazo a mi yo de 9 años y le felicito por todo el camino que ha recorrido.

Nunca abandonéis lo que realmente os llena. Por muchas montañas rusas que vengan, perseguir vuestros sueños y ... se cumplirán.

La verdad es que aún no me lo creo. Vivo en una nube de la cual no quiero bajar. Sé que aunque vea mi libro en las librerías no me lo voy a creer. Demasiado magnífico.
Gracias, de veras que gracias. Por leerme y darme la oportunidad de hacerme visible. Para mí, aunque no seáis muchos, sois mis pequeños navegantes, la estrella que me guía por la noche.

Otro tema a decir es que el poema Mi chico está publicado en la revista Sur y además, ha sido premiado en el concurso Javier Espinosa de mi pueblo. (¡Al fin!)

Por cierto, si queréis que os diga concursos o editoriales, no tengáis miedos. ESCRIBIRME, estaré encantada. Aunque seáis de otros países, existen medios para entendernos.

 Con todo esto me despido. Os dejo aquí un pedazo enorme de mí, una pequeña historia.





domingo, 13 de noviembre de 2016

14 de noviembre:

Seamos sinceros. Nos han contado el cuento mal.
El lobo sí quería a Caperucita. Por ello la mató. Si no era de él, no era de nadie.

#Niunamenos