martes, 21 de marzo de 2017

Al desnudo (II).








A Pingvin por su gran ilustración.



Hoy no tenemos ropa que valga la pena para seguir con nuestras monótonas vidas. Siento decirte que aún sigues aquí, mantengo esa semilla que no quiero eliminarla porque sus raíces han invadido el corazón. Siento que está espinoso, pero es por ese fruto. Lento, te guardo.

He sido una caprichosa en todo esto. Puede que incluso gran parte de este abismo, del que ya me he habituado y he convivido con él todos estos años, sea por mi culpa.
Puede que después de todo la culpable era yo y no tú.

Dejémonos esto sin acabar. Bendita historia de amor sin final tan profunda que el Hierro no la pudo quebrantar.  Dejemos esto con el dulce sabor de la amargura, de los te quiero antiguos y olvidados en el cajón de mi corazón.

Eres esa flor de hielo que quiero cuidar, a la que le daría más, para que no se derritiera. Tal vez no he sabido comportarme, no he sabido controlarme. Lo reconozco.
Deberías ver cómo sonrío con otro de tus mensajes y… me odio porque decidí olvidarte.
Deberías saber que te aguardo en lo más profundo de mí. Aquí en el lado izquierdo. Hablo desde lo que late bajo mi piel. Soy sincera, de nuevo.

Y vivimos en una jodida noria que no sabe parar. Nos hemos bajado en diferentes estaciones a lo largo de nuestras vidas y… he vuelto a recogerte, entre las cenizas, para que vuelvas a estar catalogada como la musa de un poemario inacabado.
Aún no hemos aprendido la lección. Aún no la he aprendido yo.

Déjame decirte que el puñetero Azar, Destino, Casualidad, o como quieras llamarlo, nos la juega demasiadas veces y, aunque intentemos esquivarnos, siempre volvemos. Me he dado cuenta por las tantas veces que me he intentado alejar de ti.

Y siempre: un mensaje aparece.

Y siempre: la sonrisa estúpida en mi boca.

Y aunque lo intente evitar

 No puedo.

Tantas veces he huido y sin querer, inconscientemente, he vuelto al mismo sitio. Jodido talón de Aquiles. Tal vez sea que me siento acomodada en esta herida, entre las espinas y las flores. Tal vez deba dejarte, dejarnos, ir.


No puedo negar lo innegable: te quiero aún como si fuese el primer día.

miércoles, 8 de marzo de 2017

8 de marzo.


"Debo luchar con todas mis fuerzas para destinar la poca energía positiva que mi mala salud me ha dejado a apoyar la revolución. La única razón real para vivir". Frida Kahlo

Soy mía y mía, solamente MÍA.
No soy propiedad de nadie,
soy absolutamente MÍA.

A los que decís: ''Yo 
ni feminismo,
ni machismo''
os han informado mal,
os habéis informado mal.

Que el término ''feminazi'' no existe,
cariño,
porque ninguna mujer va hacer con tu
miembro virirl pastillas de jabones.

Si nos temes,
es por algo,
si nos apoyas,
eres aliado.

Buscamos ser libres,
buscamos nuestra libertad.
Escapar de las garras,
que nos dé el sol,
de esa BESTIA,
que después de tanta historia
nos sigue haciendo sombra.

Seremos el icono de NUESTRA lucha,
Frida Kahlo,
Marilyn Monroe,
Marie Curie,
Malala...
Y muchas más.







jueves, 2 de marzo de 2017

Reflexión número 1:



Me sabe a mar, lo que me debería saber a gloria.

Sin sentido: 2 de marzo.



Que no es el frío escarcha
lo que por las noches te abraza
ni los patos del Retiro,
la esencia Andalusí de Córdoba
o visitar la catedral de Oviedo.

Que donde me he quedado
se han olvidado
los trocitos de mi mar abierto,
de un amor en vano,
pero ardiente como el hierro.

Ya no escribo en mi diario
poemas de amores tristes.
Aférrate al sueño
pero no a la persona.
Baila coa chuvia
y danza con el infierno
ama  como el verano
lo que la primavera no consiguió olvidar: 
el recuerdo del árbol envenenado.

Del fruto que se marchitó
al que nadie recogió,
del que ni un bocado probaron
y hoy es todo un ganador.

No es el azul escarcha,
ni el verde de sus ojos,
no es el día,
ni los marrones míos.

Es la pasión,
el querer, pero no puedo,
los restos de ese amor
fugaz como el viento.
Efímero como las hojas
de un inmenso otoño.