domingo, 25 de junio de 2017

Orgullo





Feliz Orgullo 2017

Queridos padres, ahora que estáis ausente, me reúno con la suficiente valentía para realizar un texto en la página de Words. Ni tan si quiera sé cuánto me va a ocupar, o va a ser tan bueno como los otros...

Es cierto, vuelvo a quitarle a mi corazón una de sus prendas. Sí, voy a desnudarle porque es un tema muy importante para mí. Os voy a confesar que me gustan todas las personas, binarias y no binarias. Y, por si no sabéis qué significa, os lo expongo en una nota aclaratoria: los géneros binarios son aquellos que conocemos como mujer y hombre. Los no binarios: aquellos cuyas identidades de género no encajan entre la variedad de géneros binarios. Sé que no sabéis de lo que os hablo porque el término o el concepto de Bisexualidad ha ido cambiando a lo largo de la historia. Miento, antes la bisexualidad se centraba en hombres y mujeres.

Lo más importante es que comprendáis que no soy una persona viciosa, porque me guste el género que me guste. Yo no me enamoro de los genitales, me enamoro de la persona, de su YO interior. No me encuentro indecisa, porque sé lo que me atrae, sé lo que me enamora. La Bisexualidad existe, es real, la tenemos en nuestros día a día. No es una moda como cualquiera prenda de la pasarela, convive con nosotros y, ustedes, tenéis una en casa. Soy bisexual.

Por desgracia, también puedo recibir insultos de mis compañeros del colectivo LGTB+ , sobre todo de los homosexuales radicales que, no comprenden que yo no me he quedado en medio del camino por no ‘definirme’ de un bando o de otro. De ellos , me duele más. Porque vivimos y luchamos por hacernos visibles, no por reprocharnos los unos a los otros.  Además de los heterosexuales, pues ya os podéis imaginar las llamas que salen de sus bocas.

No me ocultéis, dejad que me visibilice, yo también vivo el día a día. Sé cómo estuvieron perseguidos mis compañeros en el pasado, por ello luchamos para que se nos haga hueco en nuestro día a día, porque también habitamos el planeta Tierra. Ante todo, somos personas y da igual del modo en que vivamos nuestra sexualidad, debemos ser respetados.


Mamá, papá soy bisexual.Soy la B del colectivo LGTB+, luego existo.

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