(Versión reducida)
Abrázanos tan fuerte hasta que tus brazos se cansen.
Porque no estás sola, no estamos solas.
Ni un arma te apuñalará ese alma de coraje.
No te medirán el alto de tu falda como excusa de 'fue consentido'. No estás sola, hermana.
Deja que la bestia siga berreando.
Ven y siente el calor de la sororidad.
No serás un nuevo número más,
ni se te olvidará porque te han hecho pedazos.
Alcemos nuestras voces.
Seremos más fuertes.
Que el gobierno no te escuche, es su problema.
NI UNA MENOS. 💜
Era pequeña, muy pequeña,
cuando le caló aquella historia en los oídos.
9 años tenía cuando se
inventó su primer relato.
La conocí en un mundo
lleno de imaginación, jamás pensaría que iba a llegar lejos, muy lejos.
La historia de cuatro
animalillos, en aquel momento sus compañeros de clase, habían logrado que
aquella chiquilla gritase a los cuatro vientos aquel pequeño don.
La conocí bien después de
tantas caídas.
Después de tantas
historias de amor dramático.
La conocí en primera
persona.
Me la presentaron,
realmente, cuando encontré la poesía.
Cuando sangró por primera
vez letras de rima,
porque se estaba
descubriendo, y ahora mismo lo sigue haciendo.
Si os soy sincera, aun la
desconozco.
No la cambio, porque en
el fondo es mi mejor amiga,
mi salida de emergencia
en días en los que quiero escapar.
Al igual que aquella vela
en forma de ‘18’ que lentamente se está derritiendo.