martes, 29 de agosto de 2017

¿Será la lluvia y su temperatura?





Soy más del té con hielo,
y tú, bueno... sigues siendo tú.
Con esa energía descomunal,
arrasadora y eléctrica.

Sigues existiendo.
Millones de batallas te he declarado,
para luego verme envuelta en la mesa redonda,
con unos cuantos consejeros e ignorando a lo que se llama corazón.
No te quiero, porque dejé de que(A)marte,
pero hoy estoy con la vena floja y no sé qué sobredosis me ha dado.

Es cálido sentir que aún se puede disfrutar de tu compañía.
He vuelto a recordar que me sigo poniendo nerviosa con lo que preguntas,
me muerdo el labio inferior si me sonrojas.
Pero ,hoy por hoy, sigue habiendo esa amistad, que espero que perdure para siempre.

Las olas de este inmenso océano me han naufragado hasta dejarme desnuda.
Vuelo sobre la aurora boreal y con una playilist dejo mi mente vacía, blanca.

Soy más del frío que del verano,
al igual que tú.
Soy del sur,
tú vives cerca del hielo imaginario.

Dicen que el mundo es maravilloso si encuentras a la persona idónea.
Dicen muchas cosas y de la mitad no lo saben.
Que nada sirve si lo dejas todo por ella,
son falacias.
Hay que aprender primero a amarse a uno mismo,
para luego escanearlo e imprimirlo para otro remitente.

Amar no lo es todo.
Si tú me dices ven,
no lo voy a dejar todo por ti,
simplemente ven tú,
empieza a mover las marionetas TÚ,
que yo ya hice bastante, tiempo atrás.
Que me moví lo suficiente
y no me arrepiento nada de dejarlo en stand by,
porque a mí esto se me da genial.

Una novela con predicciones de futuro sin corregir,
el deseo anulado de la lujuria,
vidas nuevas.

 Mierda.
Aún sigo escribiéndole a una vieja y antiguada musa.
¿Por qué coño no lo he cambiado?

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