domingo, 26 de junio de 2016

A mi otra parte de mi corazón de PIEDRA





Buenos días, mi amor, seguramente te sorprenderás de estas palabras.

Hace tiempo que quería hacerte algo por el estilo. Seguramente desecharás esta carta, la tirarás y harás como si nada hubiera pasado, cuando en realidad, sabes que nada de eso es cierto.

¿No crees qué todo esto es un poco extraño? Me refiero a que tú estás en Oviedo, mi ciudad natal; y yo estoy aquí, en Málaga.
Es un poco extraño si lo miras de mi punto de vista...
¿Te acuerdas cuándo decías que te gustaba la lluvia?, ¿qué te enamorabas de mi ciudad? Ahora entiendo a qué te referías.

Realmente Málaga es hermosa, al igual que todas las ciudades tienen sus aspectos, sus rincones y lugares místicos y preciosos...
He caminado, solo y desolado, por ciertos lugares, pero tu presencia me hacía falta, demasiado podía decir.

Siento una extraña sensación en el pecho. Estoy  seguro que tengo un agujero negro en el corazón, que se me propaga hasta el pecho, incluso la flor azul que tengo a mi lado, cuya belleza me recuerda a ti, también siente dicho agujero...

Ya no paso los inviernos acompañados, como solía pasar contigo, ya nadie me da calor.
Aún hace invierno en mi interior. Siento como la nieve me congela el corazón... ¿Puedo denominarme Corazón de Piedra, mi amor?
Nadie pasa las largas tardes acurrucada en mi pecho frente a la chimenea, a nadie, ahora, le puedo contar lunares en la espalda. Ninguna pareja puede hacer el amor como nosotros lo solíamos hacer
Nosotros poníamos nuestra propia música, colocábamos las notas en cada pentagrama, solíamos marcar nuestro propio ritmo...

¿A quién le dedico dulces palabras cada despertar si no es a ti, querida Aria?

Ahora soy yo el que llora con aquella canción que solías escuchar mientras movías las caderas al son de la música.
Ahora soy yo el que se arrepiente por no saber que escoger, sí, soy yo el que no sabe a quién elegir, al que le duele hablar con dos personas, al que no sabe que es lo que realmente quiere su corazón para él.
Al que nunca van a esperar con los brazos abiertos, y al que se van a cansar de esperarlo.


Me martirizo con cada recuerdo, con cada olor parecido al tuyo; me martirizo porque no te tengo a mi lado.

¿Quién me va a golpear, literalmente, con un libro en la cara?, ¿quién será, sino, mi nueva escritora favorita?

Pequeña ''debes tener buena imaginación para ser escritora''... ¿Aún te acuerdas de esta frase?

Era yo el que te pedía a gritos que no te alejaras, cuando en realidad, el que se ha acabado por alejarse soy yo...

La noche es más oscura, últimamente, en mi hogar no existe el día.

¿Cuándo fue el momento en el que sentiste que lo nuestro no era suficiente?

















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