Buenos días, mi amor,
seguramente te sorprenderás de estas palabras.
Hace tiempo que quería hacerte
algo por el estilo. Seguramente desecharás esta carta, la tirarás y harás como
si nada hubiera pasado, cuando en realidad, sabes que nada de eso es cierto.
¿No crees qué todo esto es un
poco extraño? Me refiero a que tú estás en Oviedo, mi ciudad natal; y yo estoy
aquí, en Málaga.
Es un poco extraño si lo miras
de mi punto de vista...
¿Te acuerdas cuándo decías que
te gustaba la lluvia?, ¿qué te enamorabas de mi ciudad? Ahora entiendo a qué te
referías.
Realmente Málaga es hermosa,
al igual que todas las ciudades tienen sus aspectos, sus rincones y lugares
místicos y preciosos...
He caminado, solo y desolado,
por ciertos lugares, pero tu presencia me hacía falta, demasiado podía decir.
Siento una extraña sensación
en el pecho. Estoy seguro que tengo un agujero
negro en el corazón, que se me propaga hasta el pecho, incluso la flor azul que
tengo a mi lado, cuya belleza me recuerda a ti, también siente dicho agujero...
Ya no paso los inviernos
acompañados, como solía pasar contigo, ya nadie me da calor.
Aún hace invierno en mi
interior. Siento como la nieve me congela el corazón... ¿Puedo denominarme
Corazón de Piedra, mi amor?
Nadie pasa las largas tardes
acurrucada en mi pecho frente a la chimenea, a nadie, ahora, le puedo contar
lunares en la espalda. Ninguna pareja puede hacer el amor como nosotros lo
solíamos hacer
Nosotros poníamos nuestra
propia música, colocábamos las notas en cada pentagrama, solíamos marcar
nuestro propio ritmo...
¿A quién le dedico dulces
palabras cada despertar si no es a ti, querida Aria?
Ahora soy yo el que llora con
aquella canción que solías escuchar mientras movías las caderas al son de la
música.
Ahora soy yo el que se
arrepiente por no saber que escoger, sí, soy yo el que no sabe a quién elegir,
al que le duele hablar con dos personas, al que no sabe que es lo que realmente
quiere su corazón para él.
Al que nunca van a esperar con
los brazos abiertos, y al que se van a cansar de esperarlo.
Me martirizo con cada
recuerdo, con cada olor parecido al tuyo; me martirizo porque no te tengo a mi
lado.
¿Quién me va a golpear,
literalmente, con un libro en la cara?, ¿quién será, sino, mi nueva escritora
favorita?
Pequeña ''debes tener buena
imaginación para ser escritora''... ¿Aún te acuerdas de esta frase?
Era yo el que te pedía a
gritos que no te alejaras, cuando en realidad, el que se ha acabado por
alejarse soy yo...
La noche es más oscura, últimamente, en mi hogar no existe el día.
¿Cuándo fue el momento en el
que sentiste que lo nuestro no era suficiente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario