Pongo
mi corazón en estado de alerta.
En
la escala, está en un cuatro.
Le
vigilo, por si vienes.
Le
vigilo, para que nadie le alterque.
Hay
reglas,
obedece
o si no, no hubieras intentado colarte.
Pongo
mi corazón en estado de alerta.
Está
en un cuatro en la escala.
El
gobierno me envía más seguridad.
Le
vigilan, para que nadie le alterque.
Sus
mordidas
han
calado debajo de mi ombligo.
Vete,
vaya a ser que te quedes y se enamore de ti.
Vete,
o si no, no hubieras llamado a su puerta.
Esto
te pasa por jugar,
ahora
me toca,
demasiadas
mordidas le has dado al pobre.
Ahora
te toca ir.
Vete,
vaya a ser que te goces de su cálida sensación de bienvenida,
que
sé de sobras que lleva varios años encerrándose en sí,
es
más, le he dejado olvidado en un desván.
Vete,
te lo he dicho, no pienso repetirlo.
Vete,
no vaya a ser que te guste.
Vete,
vaya a ser que me equivoque y me convenza el que te puedas quedar.
Vete,
no vaya a ser que me dé igual el que te quieras ir.
Hay
reglas,
obedécelas.
Él
está castigado.
Dejó
de latir por sexo,
por
lujuria,
por
amor.
Está
en cadenado.
TÚ
ni eres, ni serás su salvación.
¡L
A R G O!
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