Cierra los ojos un segundo, intenta
memorizar algunas palabras de aquí, subráyalas, repítelas … ¿Podrías
interiorizar mi voz? Yo podría realizar un vídeo y subirlo en YouTube para que se fuese más cómodo, lo
sé, lo estarás pensando, tal vez sí, tal vez no.
Cierra los ojos un segundo. Hoy son
de esos días mierdas que a todos nos toca pasar, sí, de esos que no sabemos de
porque exactamente aparecen, simplemente nos llaman a la puerta. Yo lo tengo.
Sé el por qué. Tengo las hormonas por las nubes, pero a lo mejor esta no es tu
situación, pero sé lo triste que te sientes.
Siente que todo se desvanece, nada
tiene sentido y sólo quieres sumergirte en canciones desastrosas que te rompan
por completo. Lo cierto es que no te rompes, sigues ahí respirando, porque es
lo único que piensas que te queda.
Me dirás que no sé de lo que hablo,
que me equivoco, pero a mí se me agrieta el alma también, estoy llorando, por
si no lo sabes. Es difícil, lo sé. Lo es y seguirá siéndolo. Encuentras la
solución y… aparece otra situación más complicada.
NO
lo ocultes. Si estás triste, mal, no lo ocultes. Llora y ya mañana será
otro día y si no lo es, ya lo será. De amaneceres se vive, de atardeceres se
sueñan.
Si
quieres caer… cáete. Pero no te lastimes, no te rajes las venas, voy a ser
clara, que las marcas se quedan fijas y no se borran como la tiza. Tu cuerpo es
verdadero marfil, para mí es una obra de arte. Me encantan los cuerpos desnudos
porque los considero sinónimo de belleza, de grandeza. Embriágate de mi
perspectiva.
Sea por el momento fatídico que
pases, tu vida vale más que mi propia palabra escrita. No huyas, quédate. Aún
quedan muchos sueños que recorrer, ¿recuerdas mi gran navegante? Encuentra el
que más te motive.
Si es de esos días en los que
quieres estar solo, apaga la luz, ponte los cascos, y deja que la música haga
su función. Recuerda que hoy es tu día, mañana es otro nuevo. Recupérate y
salgamos a pisar los charcos que la tormenta te ha dejado.
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