Madrid me recuerda a un
perfume olvidado.
A las calle primaveral por donde pasé una vez.
Madrid sigue siendo demasiado grande para mí, con sus enormes
rascacielos,
con su hermoso Retiro y su Gran Vía.
Te echa de
menos la Gran Vía.
Madrid me recuerda a primavera,
a abrazos
olvidados, a rincones sin descubrir,
a museo del Prado.
Madrid me recuerda a un día contigo,
pero ahora es sin ti.
Madrid crece a lo grande,
mientras que yo crezco poco
a poco sin sus cambios
,repentinamente, gigantescos.
Madrid es sinónimos de grandes artistas,
de libros por descubrir,
de editoriales que
buscan a sus mejores escritores.
Madrid, donde las rosas azules
se regalan en el día del libro,
donde no hay un olor acendrado.
Madrid, la capital
aquella demasiado gigante,
Madrid, con señal de comenzar de nuevo.
De escribir nuevas historias
de reescribir otras.
La de hermosas estatuas.
La ciudad que nunca duerme.
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