Vamos a despedir este mes como nunca lo hemos hecho. Bajo las mantas de las hojas del otoño; recuerda que la distancia no supone problema para nosotros. Tal vez sí, tal vez no.
Ahora sí que no falten las caricias ni los besos junto a nuestras almohadas. Nunca olvidarnos en los sueños, perseguirnos en ellos, saludar al nuevo mes y añorar lo que nunca hemos podido obtener.
Como el otoño en todo su resplandor. Así, así, te voy queriendo yo. Secar tus lágrimas y ser ,de nuevo, tu paño donde puedas secártelas. El hombro para dejarte caer y unos brazos con materiales de colchonetas.
Despedir este 30 de septiembre como nunca lo hemos hecho. Despedirlo así, a nuestra manera, a cual más efímera.
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